lunes, 23 de julio de 2012

El complejo laberinto de las relaciones humanas

No se si el título sea correcto, porque me temo que terminaré refutándolo, pero lo que si creo es que es un comienzo muy cierto: relacionarnos entre humanos ha sido para muchos un verdadero laberinto en el que algunos terminan perdiendo la paz. 

Relaciones de amistad, de pareja, de trabajo, relaciones de hermanos o hijos, se ven a menudo lastimadas (en ocasiones gravemente) por que quizás aun no entendemos muy bien con quién tratamos cuando entramos en una relación humana. Va a sonar algo estúpidamente obvio pero tengo que decirlo, toda relación humana requiere al menos de dos seres humanos. Y todo ser humano es una amalgama histórica de sentimientos, afectos, experiencias, virtudes, defectos, ideales, ilusiones, etc, etc. Entrar en relación con un ser humano, implicaría en un principio sumamente básico entender,comprender y aceptar esto.

Todo ser humano es distinto, y aplicar los mismos principios de entendimiento es algo erróneo. Pensar que puedo iniciar una amistad del mismo modo con que lo hice con aquel buen amigo a quien conocí de tal manera, o más aún querer tratarlo igual y además esperar de este lo mismo que espero de aquel otro. No. Definitivamente no es posible. 

Sin embargo lo único que hace posible que esto de las relaciones sea solo un laberinto y no un caos es es el siguiente elemento: la verdad. Y la Verdad nos hace libres, y no hay mejor relación humana en la que hay verdad y libertad, cuando se ofrece y se vive en ellas. 

Yo no puedo obligar a nadie a quererme, y nadie puede obligarme a quererlo. Igualmente no puedo esperar algo que el otro no es capaz de darme, aún cuando lo desee mucho, aun cuando el otro me quiera mucho jamas debería pedirle a una árbol de manzanas que me de un mango. 

Continuamente veo a parejas que ya en el matrimonio sufren verdaderamente, porque su cónyuge no hace tal o cual gesto y esto lo interpretan como una falta de amor y la relación empieza a dañarse. Lo cierto es que las mas de las veces esperan mangos de un manzano, y por alguna razón no se fijan que aunque el árbol no les da mangos, si les esta dando muy buenas manzanas. Espero que con tan vegetal ejemplo no haya perdido ya su comprensión. 

A veces veo a hijos jóvenes batallar con sus Padres, porque no son lo que ellos quieren y no logran quererlos por lo que son, y en el mismo plan encontramos a sus padres. 

Pobres de los que no han aprendido amar o no están aprendiendo a amar. Yo tengo un excelente Maestro de quien sigo aprendiendo (y no con facilidad) el magnifico privilegio y deber de amar en verdad y en libertad. Cuando batallo él hace resonar dentro de mí una voz profética que me recuerda que esa persona con la que cada vez tengo menos paciencia es alguien que "es una amalgama de experiencias, sentimientos, afectos, ilusiones, etc,  etc." que por caridad tengo que obligarme a detenerme y considerar. 

Todos los seres humanos somos complicados, yo lo soy, tu lo eres, comprendernos no es fácil, pero sí podemos ser honestos y ofrecerle al otro (independientemente de esa ¨amalgama¨) un verdadero amor, libre y sano. Si la otra persona lo acepta dale gracias a Dios, si no lo acepta, no vale la pena amargarnos la vida por un problema de "amalgamas", no dejará de ser difícil, pero al final seguirás disfrutando tu vida y tu capacidad de amar, independientemente de una persona complicada, y entonces serás libre, y serás feliz, encontrarás el camino para salir de ese - a veces enjaquecado - laberinto de las relaciones humanas. 

lunes, 16 de julio de 2012

Fortea VS Asmodeo

Dentro de mis lecturas frecuentes por la web, eventualmente me detengo a leer los comentarios del Padre Fortea un curioso sacerdote especialista en demonología que invierte más su tiempo y pensamiento en hablar de Dios y de nuestra forma de celebrarlo que de alimentar el morbo por aquel personaje oscuro que levanta la curiosidad simple de muchos. Allí en sus publicaciones en un ritmo casi cómico es interpelado por un tal "Asmodeo", algún cibernauta de tintes agnósticos con una clara repulsión a la figura clerical y que además ha elegido el nombre de un demonio para hacer sus "curiosas" intervenciones. 

Esta escena continua del sacerdote que se encarga de hacer comentarios en torno a la fe y a la liturgia mientras es asediado por "asmodeo" llega hasta a ser un poco cómica y al mismo tiempo didáctica, mientras el Padre Fortea hace lo que todos supondríamos que un sacerdote debe hacer (hablar de Dios) aquel amigo de antifaz demoniaco no hace lo que básicamente un ser humano debería hacer, disfrutar su vida, y aprovechar su ingenio y sus dotes literarias para hacer un propio blog -al menos- donde plasmar sus ideas de un modo más digno en vez de llenar el blog de su enemigo el cura de comentarios de los que hasta podría volverme fan. 

El punto es a mi parecer el siguiente: Dios nos ha regalado un cumulo increible de capacidades y talentos que siendo bien utilizados harían de este mundo un hermoso mural de expresiones creativas en vez de una simple barda en la que anónimos rencores se expresan con violencia atentando contra otros. 

Es muy interesante reconocer que en este momento del "boom" de las redes sociales una persona puede ser conocida de una manera muy obvia por sus publicaciones en Facebook. Basta echarle un ojo al muro de alguien para darnos cuenta del vacío de su vida, o de los rencores que viene cargando, o de los estereotipos que se buscan cuando no se tiene bien definida la propia personalidad. Pero sobre todo y volviendo al punto, podemos también darnos cuenta si tenemos la intención correcta, de reconocer algunas cualidades que también pueden aparecer en medio de esa congestión de opiniones, indirectas y reclamos. 

Lo cierto es que con tan magníficos foros de opinión, el cristiano debería ver una oportunidad nunca antes pensada para anunciar y vivir el evangelio. Se trata de hacer uso de ellos con una mentalidad madura reconociendo que la globalidad de opiniones publicas tiene su riesgo obvio de no ser aceptado por algunos que no tienen la misma opinión, que no tienen el mismo proceso de fe y que definitivamente un medio como estos no es jamas el mejor lugar para realizar un debate y menos un pleito de perros y gatos. 

Así el Padre Fortea continúa publicando en el Blog sus opiniones y el Asmodeo continúa vituperando en los comentarios. El evangelio es anunciado y quien quiera aprovecharlo lo hará sin duda y donde no sea recibido hay que recordar las claras instrucciones del mismo evangelios "sacúdanse el polvo de los pies" y a seguir en el camino.