Tenía la necesidad de escribir. Admito que la mayoría de las veces escribo con la noción de que seré leído por mis tres o cuatro fieles lectores que son siempre condescendientes con mi ideología, mi redacción y mi ortografía. Sin embargo en esta ocasión escribo simple y llanamente porque tengo la necesidad de escribir.
El problema era por dónde empezar y qué tema tocar. Así que sentado en mi cama y a oscuras respire hondo y trate de organizar mis ideas. Eran demasiados temas y tenía que unirlos todos en un solo puño. Y entonces apareció la idea: este domingo fue un lienzo del que tiene que resultar una obra, y así como las más bellas obras pictóricas están hechas a base de muchas pinceladas de diferentes colores y tonos, así también estuvo construido para mí este día.
Así que este es mi lienzo, la paleta de colores es mi memoria de este domingo y mis dedos serán los pinceles. Veremos que tal nos queda la obra.
La primera pincelada llegó antes que despertara. Soñé con mis tres hermanos (tengo tres hermanas que son mis hadas madrinas, pero esta vez no soñé con ellas) y cuando abrí los ojos los primero que pensé fue «Tengo que reportarme». Lo haría una hora después por medio de un sencillo mensaje de texto para no importunarlos tanto. El sueño desencadenó recuerdos, y dentro de todos esos recuerdos uno en particular se me quedó prendado: una charla acerca de la fidelidad. Uno de los momentos más hondos, claros e impactantes de mi vida. Esa fue la primera pincelada que se convertiría en el fondo del lienzo.
Las siguientes pinceladas se dieron al ser testigo del servicio de un grupo de muchachos que se afanan de una u otra manera por hacer vida su fe. Me sentí aun más involucrado cuando descubría mi participación en su vida de fe. A ocho meses de ser ordenado, el título “Padre” con el que algunos me llaman me hizo reconocer la gravedad de mi papel frente a mí mismo. Frente a lo que pienso, hago, decido y digo. La pincelada tenía un tono “¿seré un buen Padre?” casi tirándole a un “Más vale que sí”.
El profundo tema de la fidelidad volvió a resurgir algunos momentos más tarde cuando recibí respuestas de mis mensajes mañaneros a mis hermanos. Qué difícil le resulta muchas veces al hombre ser fiel. Fiel a sí mismo, fiel a sus principios, fiel a lo que verdaderamente ama – y es bueno decirlo en este momento. Quién no sabe amar y no sabe lo que verdaderamente ama, no será capaz de ser fiel - fiel, en resumen, como signo de su madurez y de su sabiduría.
Más tarde vendría otra pincelada de cielo lluvioso y ojos llorosos. De aquellos muchachos que mencione en la pincelada anterior, algunos abandonaban el escalón que había pisado durante varios años para pisar el de más arriba, crecían y crecer duele. Rara mezcla de colores esa, hermosos, nostálgicos, radiantes, plenos y llenos de esperanza. Y entonces di otra pincelada color «Ruego por los que me diste» que me recordaba a una escena del Getsemaní..
Ya casi por último llegué a mi cuarto encendí la tv y puse atención a cierta película de ambigüedades románticas en la que a los casados se les invitaba a divorciarse por la incomodidad que representa luchar por arreglar lo que descompusieron y a los solteros se les invitaba a casarse en un arrebato de romanticismo que muy probablemente terminaría en algún momento como el primer caso. Y apareció otra vez la pincelada grave de la fidelidad.
Terminé de pintar. Mi atención se fijaba en cada pincelada y tengo miedo mirar el cuadro en completo, el resultado total. Déjenme mirarlo.
….
El lienzo es un tesoro para mi vida. Es invaluable. Me di cuenta que sin quererlo, hay muchas otras pinceladas secundarías e íntimas que hacen de este lienzo de domingo una baluarte de identidad y un contenido estructural de mi vida y mi ministerio. Es confuso, lo sé. Pero así como algunos descubren mensajes secretos y provocativos en las pinturas surrealistas, yo también descubro en este lienzo una diversidad de mensajes y pistas, y quizás alguien también pueda encontrar algo valioso en él.
Gracias. Dios los bendiga.
Hoy tu lienzo fue en domingo, para algunos de nosotros otro cualquier dia.
ResponderEliminarQue tambien queremos al final del dia, o de un tiempo, ver plasmado algo bello, significativo, que quizas nadie comprenda o vea, pero que como un artista puedas decir "ESTA ES MI OBRA" y como tú dices es "INVALUABLE". Gracias por esto tan bello.
Muchas gracias Rox. Sabes que una de las cosas más importantes es reconocer que los encargados de pintar somos nosotros y nadie mas. Nosotros somos responsables de cada obra y los causantes de obras bellas o atroces. Un abrazote.
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