martes, 1 de mayo de 2012

La importancia de la admiración


Y hoy 30 de abril fue para mí, el día de la amistad…posiblemente vaya un poco desfasado del calendario de eventos, sin embargo, así pasó.

Suspiro. Dios me ha regalado magníficos amigos, ¡y más que amigos! : Hermanos. A ellos no solo los estimo, va más allá, precisamente porque la simple emotividad es algo tan complicado y confuso en algunos momentos. Vaya, a ellos los admiro. Dios me dio amigos-hermanos dignos de ser admirados y bueno, eso algunas veces me hace sentir –de una manera más sana y menos exagerada- como una caricatura de la cadena de TV Warner Bros donde salía Chester y Spike (quienes hayan visto la caricatura entenderán).

Dios me ha regalado la oportunidad de crecer junto a ellos, en estatura, sabiduría y gracia (y kilos agregaría yo) y seguir aprendiendo de ellos. Me alegra verlos crecer, superarse, equivocarse y corregirse, me emocionan sus proyectos y me mantienen en expectación sus silencios.

Me decidí a escribir esto hoy, aunque tengo que confesarles que lo traigo en mi cabeza resonando como una sonaja desde hace mucho tiempo, así que no es emoción del momento. Me ha dado la oportunidad de entender lo importante que es tener en la amistad ese elemento de admiración por el otro, por lo bien que hacen las cosas, por la claridad de su mente, por su ingenio, por su creatividad, en fin por todo lo que ellos hacen, haciendo de este mundo algo mejor en sus territorios.

Suspiro. No sé cuánto tiempo mis ojos verán esto, pero hasta hoy ha sido noble y gratificante. Tiempo, espacio y distancia pudieran parecer amenazantes a esta historia, pero yo prefiero pensar que cuando en toda historia el protagonista es Dios, el resto de los personajes, seguiremos sonriendo y viviendo cosas maravillosas. Sobre todo cuando es él el primero a quien siempre admirado, quizá por eso me alegra ver su imagen en mis hermanos.

Asi que, padres, D.I.G, gracias por su amistad en este día del niño. J

No hay comentarios:

Publicar un comentario