Una de las empresas mas hermosas en las que el hombre se puede afanar consiste en descubrir y vivir honestamente lo que es el verdadero AMOR.
Recientemente en esta investigación de las causas que provocan a nuestros actuales agresores sociales, psicólogos, antropólogos, sociólogos, criminalistas, etc., descubren que la raíz de tanta violencia se origina en familias disfuncionales o resquebrajadas, en traumas infantiles y en agresiones de todo tipo. Creo que sería muy bueno decir que de fondo muchas de estas personas crecieron en un ambiente con poco o falso amor y actualmente no tienen mas deseo en su vida que contar con un desviado y falso amor. Y esto es realmente importante decirlo porque si el problema proviene de ambientes donde el amor no fue real, ni efectivo, ni honesto, es decir, no hubo amor, tu y yo tendríamos que preocuparnos porque pudiéramos estar generando a los agresores sociales del futuro.
Todos necesitamos amor, esa dulce sensación de vida, de calidez, de sacrificio (es decir de "hacer sagrado") y a lo largo de la vida vivimos una experiencia distinta en relación al AMOR. De niños la disfrutamos de una manera muy sencilla en la figura de nuestros padres o protectores, de los que cuidaban nuestros pasos y nos miraban con amor. Ahí no había preguntas ni complicaciones, ningún niño se pregunta por qué lo aman y de qué manera tiene que amar, simplemente hacen eco del AMOR que reciben.
Y así recorremos la vida y los años. No es sencillo. Nunca lo ha sido. Es necesario estar siempre dispuestos a reconocer que el AMOR es algo vivo y dinámico. Es fin, nunca medio. El que ama ya ha logrado su fin aun cuando no lo amen. De esta manera se libra de obsesiones que poco tienen amor, así no esclaviza, no ata, no manipula, ni se esclaviza, ni se ata, ni se manipula.
Y así recorremos la vida y los años. No es sencillo. Nunca lo ha sido. Es necesario estar siempre dispuestos a reconocer que el AMOR es algo vivo y dinámico. Es fin, nunca medio. El que ama ya ha logrado su fin aun cuando no lo amen. De esta manera se libra de obsesiones que poco tienen amor, así no esclaviza, no ata, no manipula, ni se esclaviza, ni se ata, ni se manipula.
Que difícil resulta reconocer esto en medio de las millones de voces que te dicen que a quien no te ama tienes que dejar de amarlo. Eso no se puede. Pobre de la persona que se niegue a AMAR a quien el corazón se lo exige, sufrirá de más. En esas situaciones el AMOR sobrepasa y entiende que aunque ame, lo mejor es dejar libre. Nunca le pidan al corazón dejar de amar, es como pedirle a alguien que deje de respirar, obliguémonos más bien a nunca sentir rencor y odio contra alguien, eso es contaminar el corazón, matarlo lentamente.
Y si contamos con la reciprocidad de ese amor, levantemos nuestras manos y demosle gracias a Dios por que su AMOR es grande y el universo no es suficiente como para sostenerlo y tiene que llenar los corazones humanos.
Que quede claro, el AMOR es AMOR, no importa si hablamos de una familia, de una pareja, de unos amigos. Hoy hablo de ese AMOR que es sagrado, eterno e inmutable porque viene de Dios.
Por eso si alguien se decide a a mirar al amor frente a frente reconocerá el rosto de Dios que mira desde el cielo a su Hijo en la cruz, y veremos el Corazón del Hijo traspasado y sacrificado, del que surge el Espíritu Santo que invade los corazones humanos para transformar el simple sentimiento humano de amor, en la divina presencia del AMOR que se escribe con mayúsculas.
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